#EsNormalSerDiferente
Dicen que si uno pasa 30 minutos sentado en el asiento de una plaza va a ver todo tipo de persona: el anciano, la rockera, el político de izquierda, la religiosa, el oriental, la madre de familia, el deportista. Todas estas personas tienen pensamientos divergentes en algunos aspectos y convergentes en otros, actúan de forma diferente y son individuos únicos y eso los hace personas normales. Sin embargo, si uno tiene suerte realmente, va a toparse con una persona que tiene un par de cromosomas más. Ella tiene dudas y anhelos, deseos y sueños, quiere ser amada y tiene mucho amor para dar. Tiene pensamientos y es única: es una persona normal. Después de todo, ¿qué es ser diferente?

Ser diferente es querer tomar helado en un día caliente, dormir debajo defrazadas en un día frío o incluso comer la comida preferida en un fin de semana largo. Pero todo esto es tan normal, tú pensarás. Exactamente.

Hay una alteración genética que nos da un par de cromosomas más, pero que no altera en nada la voluntad de querer el bien de otra persona, desear tener buenos amigos, un buen estudio, un trabajo y formar una familia feliz.

El nombre dado a esta alteración es el Síndrome de Down y así como cualquier persona, todas las fases de la vida son importantes para su desarrollo personal. En la escuela, jugando con amigos o estudiando mucho para pasar las pruebas. Sea en el competitivo mercado de trabajo o disfrutando bellos momentos con su familia y amigos.

Este 21 de marzo conmemoramos el Día Internacional del Síndrome de Down, para recordar al mundo que esas personas están aquí y son tan increíbles como cualquiera.

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